REFLEXIONES SOBRE PILATOS por el día del juez
decidió condenar a un inocente; más, esta injusta muerte ha ocasionado una perenne protesta que aún persiste y que es el cristianismo.
El gobernador Poncio Pilatos, debió ser una persona dotada de la más alta cultura de su tiempo, de la tradición griega, romana y del oriente, posiblemente conocía lo sucedido cuatro siglos antes con Socrates; y, sabía quién era Cristo, e incluso “estando él sentado en el tribunal, su mujer le mandó decir: No tengas nada que ver con ese justo; porque hoy he padecido mucho en sueños por causa de él”
El diálogo que sostiene el gobernador Poncio Pilatos con Cristo, este le dice: “he venido al mundo, para dar testimonio a la verdad. Todo aquel que es de la verdad, oye ni voz.” , más el concluye con una pregunta que muestra escepticismo: “¡Que es la verdad?”.
Trata de evadir juzgarlo, por lo que lo remite ante Herodes, pero este lo devuelve, y varias veces trata de convencer a sus captores: “Mirad os lo traigo fuera, para que entendáis que ningún delito halló en él” , pero los sacerdotes y los judíos le imputaban “Nosotros tenemos una ley, y según nuestra ley debe morir, porque se hizo a sí mismo hijo de Dios. Cuando Pilatos oyó decir esto, tuvo más miedo”; desde un inicio estaba temeroso.
Luego que la multitud en su último intento por salvarlo, prefiere a un criminal como Barrabás, “tomo agua y se lavó las manos delante del pueblo, diciendo: inocente soy yo de la sangre de este justo; allá vosotros”. Pilatos obra, obligado por la multitud y los sacerdotes, no por sí mismo.
Para quién es magistrado, la pasión de Cristo, nos lleva a una necesaria reflexión sobre la administración de justicia, cuando existen las presiones, que buscan supeditar la justicia a intereses ajenos, arrimando a los juzgadores a similar situación que la de Pilatos.
Sí juzgáramos a Pilatos por la muerte de Cristo, lo más fácil sería decir que desde un inicio debió haberlo declarado inocente y liberado, acaso no dijo: “¿No sabes que tengo autoridad para crucificarte, y que tengo autoridad para soltarte?”, pero en el transcurso del proceso, se muestra temeroso y “procuraba Pilatos soltarle”, pero la multitud persiste y se impone; no nos dice la escritura lo que hubiera acontecido sí hubiera contradecido a la multitud, pero se infiere que se hubiera generado desordenes, que hubieran desestabilizado su posición en el poder, y que decidió por lo más conveniente y no por lo justo, decidió condenar a un inocente; más, esta injusta muerte ha ocasionado una perenne protesta que aún persiste y que es el cristianismo.